A veces una prueba a la que se le presta poca atención, a veces disputada fuera del estadio o bien antes del resto de los meetings, pero esta vez la polaca Anita Wlodarczyk llevó la atención central al martillo tras batir el récord del mundo con 77,96 metros en el octavo y penúltimo día de competición del 12º Campeonato el Mundo de Atletismo de la IAAF.
El público local esperaba una repetición del título mundial de Betty Heidler y cuando la alemana comenzó lanzando 75,10 metros, parecía una posibilidad real. Pero con el primer lanzamiento de la segunda ronda la polaca dio cuatro vueltas y envío el martillo más allá de los 77,80 metros establecidos por Tatyana Lysenko hace tres años en Tallinn.
Wlodarczyk pareció entonces lesionarse en la celebración y se sentó a ver el resto de la competición, pensando con dudas como sus compatriotas Tomasz Majewski y Piotr Malachowski habían perdido en las últimas rondas de los lanzamientos de peso y disco a lo largo de la semana.
Heidler respondió como hace una campeona del mundo: con 75,38, 75,73 y una mejor marca de la temporada de 76,44 en su quinto intento y después con un nuevo récord nacional de 77,12 en su intento final. Fue un esfuerzo supremo pero tuvo que conformarse con la plata, mientras que la eslovaca Martina Hrasnova se hacía con el bronce en 74,79 metros. Pero el oro y los 60.000 dólares, además del bonus de 100.000 dólares del récord del mundo ofrecidos por el patrocinador de la IAAF Toyota fueron a manos de Wlodarczyk.
Hooker dejó a un lado su lesión para colgarse el oro
Las lesiones parecían la tónica de la última noche. El campeón olímpico Steve Hooker de Australia sólo debutó en 5,85 metros para no resentirse de sus molestias en el muslo. Tras fallar por poco pasó hasta 5,90 metros, que salvó en su primera tentativa. Después de haber copado las tres primeras posiciones a comienzos del concurso los franceses tuvieron que conformarse con la plata y el bronce, con Roman Mesnil saltando su mejor marca de la temporada con 5,85 metros y su joven compatriota Renaud Lavillenie (6,01m esta temporada) colgándose el bronce con 5,80 metros.
Tercer oro para Bolt tras la victoria de Jamaica en el relevo
Usain Bolt se hizo con su tercer oro pero un pobre cambio entre él y el último relevista Asafa Powell (también sufriendo de una lesión en el muslo) impidió el asalto al récord del mundo. Powell cruzó la meta en 37.31, nuevo récord del Campeonato y dos décimas peor que lo conseguido en Pekín. Mientras Trinidad y Tobago batía el récord nacional con 37.62 para hacerse con la plata y el equipo británico conseguía el bronce con 38.02.
Jamaica consigue un título más Después de que el equipo norteamericano no consiguiera finalizar por una lesión de Muna Lee, las jamaicanas se impusieron en la final como ellas querían con un tiempo de 42.06, el mejor del año. Bahamas fue plata con 42.29 y Alemania tercero con 42.87. Por tanto la velocidad jamaicana ha copado la velocidad excepto en los 200 metros femeninos, donde el triunfo para la norteamericana Allyson Felix.
Kirui siguió el ejemplo de Kibet Hasta hace dos años, a pesar de haber dominado el circuito de maratón mundial a lo largo de la última década y media, ningún corredor keniano se había colgado el oro en un Mundial. Luke Kibet rompió ese maleficio en Osaka y ahora Abel Kirui se hecho con el título, en la primera prueba de la jornada. Para mayor dominio su colega Emmanuel Mutai fue plata.
Como se esperaba la prueba fue un duelo Este africano, con el trío keniano, incluyendo el cuatro veces ganador en Boston Robert Cheruiyot. A ellos les acompañaban los etíopes Tsegaye Kebede y Deribe Merga, tercero y cuarto en Pekín el año pasado y el atleta de Ruanda Dieudonne Disi, una última incorporación a la lista de salida.
Sus oponentes no podían negar que las tres veces que Kirui ha disputado el maratón de Berlín le ayudaron a pesar de que el circuito era diferente. Pero el fundador del maratón de la ciudad Horst Milde puede arrogarse parte del crédito del hecho de que alrededor de 700.000 personas dieran su apoyo a los corredores: "los había estado entrenando por treinta años", dijo Milde.
Tal y como hizo su compatriota Sammy Wanjiru en Pekín el pasado año, Kirui simplemente desgastó a sus rivales con su ritmo elevado. Merga y Disi sufrieron tanto que optaron por la retirada y Mutai y Kebede quedaron atrás en la lucha por las medallas menores. Kirui se impuso con 2h06:54, récord de los Campeonatos por un minuto y medio. Mutai marcó 2h07:48 y Kebede 2h08:45.
Las kenianas se impusieron a las etíopes de nuevo
De nuevo las kenianas se hicieron con el oro (y también con la plata) cuando la anterior campeona, la etíope Meseret Defar, fue superada en la parte final de la prueba de 5.000 metros por Vivian Cheruiyot y Silvia Kibet tal y como Defar y su colega Meselech Melkamu habían sufrido con Linet Masai en los 10.000 metros el pasado fin de semana.
Las dos kenianas y su colega Iness Chenonge se pusieron al frente a siete vueltas para el final, y al toque de campana sólo Defar las podía hacer frente por detrás de Cheruiyot y Kibet. La etíope se fue por delante como hizo muchas veces en el pasado pero como en los 10.000 metros el cambio no fue tan decisivo como el que la ausente Tirunesh Dibaba imprimía a sus carreras.
Cheruiyot vio su oportunidad a falta de 50 metros para el final y rápidamente pasó al frente para vencer en 14:57.97. A sólo diez metros del final también Kibet sobrepasaba a Defar para hacerse con la plata en 14:58.33. Una conmocionada Defar tenía que conformarse con el bronce en 14:58.41.
Destacable retorno de Phillips
Cuando Dwight Phillips, usando la especial equipación con las iniciales del rey del sprint y del salto de longitud en los Juegos Olímpicos de 1936 Jesse Owens, saltó 8,40 metros dejándose 25 centímetros en la tabla en su primer intento, el dos veces campeón del mundo y oro olímpico en 2004 marcó la pauta en el salto de longitud. Después mejoraría hasta 8,54 metros en la segunda ronda antes de que el medallista de plata en Pekín, el sudafricano Godfrey Mokoena respondiera con 8,47 metros.
Pero la forma de Phillips dejó noqueado al campeón olímpico, Irving Saladino, que registró tres nulos, uno de ellos sobre 8,50 metros aproximadamente. No importaba, ¡el panameño estaba fuera!
El único cambio posterior fue el provocado por el australiano Mitchell Watt, que se fue hasta 8,37 metros para hacerse con el bronce por detrás del tres veces campeón Phillips, con Mokoena añadiendo una plata mundial a la olímpica del año pasado.
Phillips recibió la medalla de oro de manos de la nieta de Jesse Owens Marlene Dortch. La nieta del medallista de plata olímpico en 1936, el alemán Luz Long, Julia-Vanessa Long entregó la medalla de plata a Mokoena.
Fuente: IAAF